Todos los meses recibimos en mi casa la revista Mundo negro. Esta revista está editada
por los misioneros combonianos y habla acerca de la realidad de la vida diaria
de los pueblos africanos y de las misiones que se desarrollan en el tercer
mundo.
En este mes hay un artículo relacionado con una
noticia también publicada en otros periódicos, e incluso en algunos telediarios,
que hace referencia a los derechos de la sanidad por parte de los inmigrantes
sin papeles.
Sin papeles y sin derecho a la salud. Esa será la
situación tras la entrada en vigor del Real Decreto ley 16/2012 de medidas urgentes
para garantizar la sostenibilidad del sistema nacional de salud, entre las
cuales se incluye la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin
regularizar.
En este sentido ha hablado el presidente de Médicos
del Mundo, calificando la decisión de "injusta, irrelevante en términos de
ahorro y médicamente irresponsable" y opinando que "obstaculizar el
acceso a la salud a las personas inmigrantes perjudica los propósitos generales
de la salud pública".
Por otra parte, desde la Asociación Karibu, que
viene prestando asistencia sanitaria a la población de inmigrantes africanos
subsaharianos en situación irregular desde hace más de 20 años, consideran que
la nueva ley "va a dejar a una población importante de subsaharianos en
una grave situación de desprotección sanitaria, corriendo el riesgo de tener
una población con una situación grave de salud".
En mi opinión creo que el artículo tiene razón. Si
ya tenemos bastantes problemas con la crisis económica, no podemos perjudicar
aún más a los que tienen menos
oportunidades.