Los peligros de Internet

Internet, además de ser una fuente de información para todo tipo de cosas y de ser una manera para pasar el rato, también alberga grandes peligros para el ordenador y para nosotros mismos.

Respecto al peligro con el ordenador, cuando estamos conectados a Internet nunca estamos seguros de que no nos entre un virus por el ordenador, por lo que es necesario que tengamos un buen antivirus para proteger nuestra información.

Internet también nos puede presentar algún peligro para nosotros ya que si buscamos, por ejemplo, en el google cualquier cosa no sabemos a qué página web nos estamos metiendo y ya llaman los problemas a la puerta. También  en las páginas web viene mucha publicidad en la que podemos salir perdiendo.

Un amigo mío se metió en una página web y mirando la publicidad encontró un juego de matar a unos peces. Después de matar a los peces le salió en la pantalla que metiera el teléfono móvil para que tenga el premio que había ganado. Dos meses más tarde le vino la tarifa telefónica con su debido premio. Tenía que pagar 60 euros sin darse cuenta.

Esto es uno de los ejemplos que ocurren habitualmente en la red y de los que debemos estar atentos. Internet nos puede servir de ayuda pero también cobrarnos una mala pasada, así que hay que tener precaución.

Telebasura

En la televisión no se puede ver casi ninguna película porque te están metiendo constantemente anuncios por todos lados. Siempre que ves una película cada media hora o cuarenta y cinco minutos te ponen publicidad de diez minutos o más; pero lo mejor no es esto, lo mejor es que cuando sólo quedan cinco minutos para que acabe la película te ponen otros diez minutos de publicidad para que te pudras en el sofá. Esto pasa hasta con los canales de pago donde te dicen que vas a tener una tarifa plana con televisión sin publicidad pero si te das cuenta la sigues teniendo por poca que sea.

Los canales de televisión siguen adelante por la cantidad de publicidad que meten en sus programas, pero yo creo que se pasan un poco. Están metiendo demasiada publicidad y la gente al final se acaba cansando. Yo personalmente ya estoy agotado de la publicidad porque no puedes ver nada seguido en la tele. Más que ver películas ahora lo que tendríamos que hacer sería ver documentales de la naturaleza que esos sí que no tienen publicidad. En vez de ver películas con anuncios vemos anuncios con películas.

Limpieza en las calles

Cuando era pequeño me preguntaba qué eran los puntitos negros que había en el suelo de las calles. Con la edad me he ido dando cuenta de que eran los chicles que la gente ha ido arrojando a la calle con el tiempo. Me parece un poco asqueroso que la gente tire las cosas que le sobran al suelo teniendo papeleras al lado suyo.

También me he dado cuenta que estamos creando una sociedad sucia ya que los propios niños pequeños tiran las cosas al suelo y sus padres no les dicen absolutamente nada. Estamos implicados todos en mantener nuestras calles limpias ya que todo el mundo las utiliza. No podemos crear poco a poco pequeños estercoleros por las calles aunque estén los equipos de limpieza trabajando duramente.

Esto puede afectar a otros temas importantes como el turismo, ya que si los extranjeros ven a España como un país sucio y oloroso perderemos muchísimo dinero. Yo pienso que es deber de todos mantener las calles limpias y bien conservadas por el bien común y para el bienestar de todos. Si esta situación sigue así, no sé que pasará en Zaragoza ahora que según una noticia del periódico, van a reducir el personal que se dedica a la limpieza para ahorrar costes. Lo gracioso es que dicen que el servicio será el mismo habiendo menos gente; entonces ¿antes no hacía falta esa gente o es que tenemos demasiado limpias las calles?

La seguridad vial

Siempre que salgo de casa por las mañanas para ir al colegio me la estoy jugando en cada paso de cebra que hay antes de coger el autobús. Los conductores tienen prisa por ir al trabajo porque llegan tarde y no paran para que pasen los peatones. Es un peligro del que nadie se da cuenta y se tendrían que tomar medidas. Un caso parecido me pasa cuando llego al colegio. Para cruzar a la puerta tengo que cruzar una calle recta donde los conductores no se percatan de que hay un colegio enfrente a pesar de que hay una señal de peligro escolar. Hay dos pasos de cebra con una señal de veinte y los coches van a cuarenta con el riesgo de atropellar a algún niño del colegio (que no ha sido la primera vez).

Los peatones nos la jugamos cada vez que vamos a cruzar una calle pero no somos los únicos. Los ciclistas también tienen que superar grandes obstáculos para seguir su trayectoria porque hay objetos o los mismos coches que no respetan el carril bici. La gente tiene que respetar todo tipo de medio de transporte y estar atenta a todas las infracciones y riesgos que hay por las calles.

Ya se han puesto algunas medidas como la campaña ponle freno de antena 3 para asegurar los medios de circulación y las carreteras y señales. Es importante que tomemos medidas todas las personas para frenar los accidentes en las calles por el bien común.

Las Globales

Yo ya llevo tres años haciendo los exámenes finales (globales) y aún no entiendo por qué me las hacen. Hace dos semanas me dieron las notas de la tercera evaluación y no entiendo para qué hacemos las globales si ya me han dado las notas.

Las globales las tendrían que hacer a las personas que tuvieran suspendida alguna evaluación o que se quisieran presentar para subir nota.

Haciendo las globales podemos subir la nota del curso en la asignatura correspondiente, pero también podemos mantenerla o bajarla con lo cuál nos jugamos todo el curso en sesenta minutos. A una persona que le interese poco estudiar o sea un poco vago, puede sacar todo cincos en las evaluaciones pasadas  y con conseguir en la global buena nota, aumenta la calificación de la asignatura. Me parece un poco injusto que la gente que esté trabajando todo el curso de una manera constante tenga que hacer unos exámenes de todo un libro por unas décimas o porque es obligatorio.

Respecto a este tema se pueden plantear muchas preguntas y también muchas respuestas y opiniones diferentes.

Reconozco que esto es bueno para que el que “haya pinchado” en alguna evaluación pueda recuperarla sin necesidad de ir a los exámenes extraordinarios pero otras veces parece un castigo, porque si uno tiene un mal día, se pone enfermo o se le queda la mente en blanco y suspende el global, puede pasar que aún habiendo aprobado todo el curso se meta en un problema con las notas.

 

La verdura no está nada mal.

El otro día me fui a comer a un restaurante vegetariano. Mis padres me lo estaban ocultando toda la tarde y la primera sensación que tuve cuando me lo dijeron fue un poco extraña ya que yo no suelo ir a ese tipo de restaurantes y porque me gusta mucho la carne.

Mis padres me dijeron que la comida era muy rica y que mezclaban muy bien los sabores en los platos.

Al mirar de arriba a abajo la carta no me aventuré por nada en especial ya que no conocía los platos así que pedí consejo a mis padres. Ellos me dijeron que cogiera una hamburguesa con saitén cubierta con cebolla caramelizada.

Tras unos siete minutos más tarde nos sirvieron una ensalada que habíamos pedido para los tres. En la ensalada yo no veía nada conocido más que la lechuga y los tomates así que pillé un buen cacho del plato con el tenedor y me lo metí en la boca. Estaba muy buena y me gustaba mucho por los sabores que mezclaban. La verdad es que mi estómago se quedó bastante conforme con los entrantes.

Después nos sirvieron nuestros platos a cada uno y empezó el desfile de sabores. La hamburguesa (hecha sin carne) estaba tremendamente buena y venía acompañada con unas patatas fritas que no estaban nada mal.

Más tarde cuando cada uno dejamos el plato limpio vino el camarero para encargar los postres. Tras una dura decisión me decidí por la copa de helado Baobab, una cosa verdaderamente impresionante. La copa de helado Baobab tenía tres bolas de helado de chocolate, vainilla y fresa sobre nata espumosa y sirope de fresa y encima de las bolas una galleta de chocolate. Si la copa llevara un GPS incorporado marcaría como destino mi estómago, y así lo hizo.

La copa de helado fue desapareciendo sin dejar rastro quedando sólo alguna gotilla de helado sobre la copa.

La verdad es que fue una experiencia gratificante que os invito a todos a que participéis. Por cierto, el restaurante se llama Baobab y está en la calle Arzobispo Apaolaza cerca de la plaza San Francisco. Espero que os haya gustado el comentario y hasta otra.