El anterior domingo, como suele ser habitual, salí de escolano en la parroquia de Santa Engracia. Ese día me tocó ir con otro amigo a ayudar en el altar en la misa en latín. La verdad es que nunca había oído una misa igual, así que me sorprendió bastante. El sacerdote celebró la eucaristía en latín menos el evangelio, la homilía y las lecturas que se leyeron en nuestro idioma.
Como yo no sé latín no entendía casi nada de la misa, pero algunas cosas se podían deducir. Además esta eucaristía también tenía cierta importancia ya que mi amigo y yo tuvimos que sacar el incensario y los movimientos que llevan consigo.
En la parroquia somos unos veinte escolanos entre pequeños y mayores y poco a poco vamos siendo más. Yo me siento bastante orgulloso de serlo y no me avergüenzo de decirlo. Me produce una satisfacción personal salir al altar a ayudar al sacerdote y espero que pueda continuar con esta labor dentro de la parroquia.
Finalmente, animo a todas las personas que quieran a ayudar al sacerdote en la eucaristía como monaguillos o como escolanos o simplemente a leer algo en la misa y si no es así, que se atrevan a dar un paso más en sus vidas hacia Dios y hacia la Iglesia.
Te felicito. Tienes suerte. Es una experiencia que te acompañará siempre. Se puede vivir la Eucaristía de una manera mucho más rica porque se acaba entendiendo mejor formando parte de la liturgia que la constituye.
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